EL PSICÓLOGO DEL DEPORTE: ¿por qué y para quién?
- Marc Labrada
- 14 feb 2022
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 16 feb 2022
Simone Biles, Naomi Osaka, la selección de Luis Enrique... Recientemente, el mundo del deporte ha conocido diferentes casos y experiencias relacionadas con la Psicología y la salud mental que han tenido un impacto mediático como nunca antes. Pero esto no es nada nuevo...
Las necesidades psicológicas de deportistas, entrenadores y, en definitiva, de cualquier persona que se encuentre en un contexto deportivo, no las inventaron ni los psicólogxs, ni los medios de comunicación actuales. Son una REALIDAD inherente a cualquier persona que quiera (o deba) luchar contra sus propios límites y rendir al máximo de sus posibilidades en un entorno deportivo (Buceta, 2020). Las personas vinculadas al deporte deben tener en cuenta estas necesidades, de las que se derivan una serie de variables psicológicas: motivación, atención/concentración, autoconfianza, gestión del estrés, etc. Ser capaz de controlar adecuadamente estas variables favorecerá el impacto positivo (físico y psicológico) de la práctica deportiva, así como un mayor rendimiento y bienestar mental. El trabajo fundamental del psicólogo del deporte es precisamente controlar estas variables en la dirección apropiada y, a su vez, ayudar a deportistas, entrenadores y demás implicados para que aprendan controlarlas por su propia cuenta.

Cuando hablamos del psicólogo del deporte, estamos hablando de un profesional que trabaja no sólo para optimizar el rendimiento de los deportistas, sino para mejorar su bienestar y salud mental. Cabe insistir en la palabra “PROFESIONAL”, puesto que el psicólogo deportivo tiene (y debe tener...) una formación oficial, basada en la evidencia, en Psicología y una posterior especialización en su ámbito de aplicación: la Psicología del Deporte. Estas son las dos condiciones sine qua non para poder referirse a alguien como “psicólogo del deporte”. Todo lo demás, son inventos de falsos profesionales que solo contribuyen al intrusismo laboral y a una peor calidad en la atención a las personas.
Hecha esta aclaración, el trabajo del psicólogo en este contexto se centra en dos objetivos principales: optimizar el rendimiento de los deportistas y contribuir a su bienestar y salud mental. Ambos son compatibles si se trabajan de manera coordinada y se tienen en cuenta las circunstancias de cada momento que aconsejen una mayor prioridad hacia uno u otro. De hecho, el buen psicólogo deportivo trabaja para incrementar el rendimiento de los deportistas, sí... pero sin olvidar nunca la mejora de su bienestar y salud mental. Si el deportista se siente bien y su estado psicológico es positivo, rendirá mejor que si no es así.
Partiendo de estos dos grandes objetivos, el psicólogo del deporte puede trabajar a través de dos vías:

- De manera DIRECTA, entrenando, asesorando y ofreciendo apoyo psicológico a los propios
deportistas.
- De manera INDIRECTA, entrenando/formando, asesorando y ofreciendo apoyo psicológico a
entrenadorxs, responsables de las organizaciones deportivas (y otros profesionales) y familiares de los deportistas.
En el primer caso, se busca ayudar a los deportistas para que estos sean capaces de autorregular su propio funcionamiento psicológico y, de este modo, optimizar tanto su rendimiento como su salud mental. En el segundo, el objetivo es que las personas del entorno próximo del deportista (entrenadores, profesionales, familiares, etc.) puedan aplicar, des del rol de cada uno, estrategias eficaces para incidir positivamente en el funcionamiento y estado psicológico de los deportistas. Por lo tanto, son muchas las personas que pueden beneficiarse de trabajar con el psicólogo del deporte: desde los propios deportistas, hasta los entrenadores, directivos y profesionales de las organizaciones deportivas y familiares próximos.
PSICÓLOGO DEL DEPORTE... ¿POR QUÉ?
Ya sabemos con QUIÉN puede trabajar el psicólogo deportivo, pero... ¿POR QUÉ? En cada
caso, los motivos para trabajar la faceta psicológica pueden ser distintos según los objetivos y
rol deportivo de cada uno. En general, podríamos resumirlo de la siguiente manera:
DEPORTISTAS: Como suele decirse, “mens sana in corpore sano"... Como deportistas, es importante aprender a entrenar, competir y a disfrutar de nuestro deporte. Aspectos como el control de la atención, la motivación, la autoconfianza o la gestión del estrés son claves para lograr un funcionamiento psicológico óptimo y mejorar nuestro rendimiento tanto deportivo como personal.

ENTRENADORXS: La formación y aplicación de aspectos psicológicos es fundamental cuando se trabaja con personas. El entrenador/a tiene una gran capacidad de influencia sobre los deportistas a los que entrena, por lo que incorporar la psicología a su metodología de trabajo facilitará que esta influencia sea positiva no sólo para el rendimiento del deportista, sino también para la relación entre ambos.
ORGANIZACIONES DEPORTIVAS: Gestionar un grupo de personas tan grande como suele ser una organización, club o institución deportiva resulta una gran responsabilidad. Por tanto, aspectos como el afrontamiento de conflictos, la comunicación interna o la cohesión de “equipo” son fundamentales para el buen funcionamiento de cualquier organización y para la relación de la misma con los deportistas, profesionales, socios/as... que la forman.
FAMILIARES Y ENTORNO PRÓXIMO: Los padres, pareja y, en definitiva, toda persona cercana Influyen más de lo que creen en la actividad deportiva y estado psicológico del deportista. En este sentido, resultan siempre un apoyo fundamental. Por ello, también pueden conocer y entrenar ciertos conceptos psicológicos que les ayuden a desarrollar mejor este cometido, en beneficio de sus propios hijos, pareja, etc.
Todo sabemos de la importancia del factor psicológico en el deporte y de estar “preparado mentalmente” pero... ¿cuántos lo trabajan convenientemente? Si existen analistas, preparadores físicos, médicos, fisioterapeutas... ¿por qué no incorporar el trabajo psicológico específico? Todavía hace falta mucha concienciación e inversión para que no sea necesario plantear estas preguntas, pero cada vez es más habitual ver a deportistas, entrenadorxs o clubes que incorporan la Psicología a su preparación y trabajo diario. Y esto, sin duda, es un plus tanto para su rendimiento deportivo, como para su funcionamiento y bienestar mental. Porque la cabeza también juega... Y se entrena.
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